martes, 20 de mayo de 2008

¿Dónde quedó tu mirada pura y cristalina?

¿Dónde quedó tu mirada pura y cristalina? ¿Aquella perdida en un horizonte lleno de culpas y temores? ¿Dónde está tu mirada tormentosa y desesperada que imploraba que mi alma la calmara? ¿Dónde quedó aquella época en que mis caricias te lastimaban, cuando por más que las deseabas no podías permitir que te tocara? ¿Dónde quedó el temor a ser herido por mis labios? ¿Dónde se hallan esos primeros pasos?
Y pensar que un beso mío era más que suficiente para hacerte huir de mis brazos, que tan solo tocarte te alejaba de mi lado y ahora te mueres sin una caricia, sin un abrazo... ¿a dónde se fueron esos temores a ser amado?
El tiempo nos ha otorgado la oportunidad de necesitarnos, el temor ya no es el mismo, tu mirada ya no yace perdida en el infinito, más bien se encuentra fija en mis ojos finos... tus lágrimas ya no son de una tristeza inmensa y tu alma ya no se atormenta... tu rostro ya no es parco y tu mirada perdió su vacío... fui yo la cura a tu desilusión, fui yo que con mis caricias, mis abrazos, mi paciencia y mi amor curó tus heridas... soy yo quien te ha dado la felicidad en esta vida...
Mis ojos ya no se encuentran tan tristes y lejanos, mi mirada ha perdido la soledad que la caracterizaba y ese miedo a ser amada se ha desvanecido a tu lado...
Tus labios fueron el elixir del olvido, la llave maestra para saber que eras lo más puro que había en este mundo, fuiste la ilusión, fuiste un sueño de verano... fuiste un primer beso bajo los rayos de la luna y la pasión de una noche entre tus brazos...
Eres el deseo de un cuerpo, eres la luz que guía un sendero, eres la ilusión que alienta mi espíritu y el amor que alimenta mi existir... Eres para mí lo que yo soy para ti... somos la perfección...
Contigo a mi lado no necesito más que tu amor, me has enseñado a ser feliz y me has dado tu corazón... ambos nos rescatamos del olvido, de nuestro infierno interno... junto a ti se me borran los pensamientos y sólo viven mis sentimientos.
Tú rompiste el hielo, yo vencí tus barreras, ambos comprendimos que amar era una dura batalla, pero que las recompenzas son lo más preciado para el Alma.

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